///  RAMON ARAGALL  ///



 

"Nací en Barcelona, ​​en una familia en la que todo giró en torno al trabajo de mi padre, el mejor cantante que he visto en mi vida. Supongo que su figura y la música que me iba mostrando mi hermano mayor me hicieron querer dedicarme a esto desde muy pequeño. Luego vino la primera banda del colegio, comprarme una batería e insistir a mis padres que aquello no era pasajero. Desde los 13 años que vengo entrando y saliendo de formaciones con mayor o menor éxito y de las que he ido aprendiendo paso a paso. No me alargo nombrando a todas porque, si le interesa, las podréis encontrar en mi web.

El mío es un camino que empieza en la batería de forma autodidacta y que termina en un profundo estudio del instrumento que hasta hoy se prolonga. A eso me he estado dedicando, a parte de un lapsus momentáneo en el que me dio para cursar y terminar la carrera de Derecho y de la que conservo un título inútil y tres buenos amigos para toda la vida.

Estudiar batería con Ramón Ángel es lo mejor que me ha pasado como instrumentista, tanto a nivel profesional como personal. Creo que fue poco después de conocerle cuando esto de la música se acabó por convertirse en un trabajo a tiempo completo. Yo ya venía tocando en muchísimas bandas, pero él me ayudó a hacer la última empuje y por ello le estaré agradecido eternamente. Después, y cuando menos lo esperaba, recibo una llamada de Dani Alegret, que me cuenta que tiene un grupo que se llama Els Amics de les Arts y que necesitan un baterista para salir a defender su nuevo disco. Preparamos los ensayos y todo parece normal, hasta que salimos a tocar el primer día y me doy de la que se está formando con este proyecto. Aún hoy dura mi romance con ellos y espero que así siga por muchos años.

Salgo de una gira y me meto en otra de categoría con Dorian. Son tres años de locura y de aprendizaje diario a los que decido poner punto y final por motivos de calendario. Era como tener dos familias y no supe gestionarlo, pero la vida da muchas vueltas y ojalá el tiempo nos brinde la oportunidad de volver a juntarnos. Ellos saben cómo están presentes en mi día a día.

Y así he seguido, ensayando, grabando, estudiante, pero siempre con el hormigueo de hacer algo por mi cuenta, un poco cansado de no afrontar ser independiente. Digamos que lo iba posponiendo. Iba dando clases de canto con mi padre, piano con Juan Pablo Chaves y, armonía y lenguaje en el Taller, pero seguía sintiendo envidia sana de todos los artistas con los que he trabajado, así que me armé de valor, monté una banda y juntos conseguimos crear "Perfil", mi primer trabajo en solitario que publicó Discmedi en septiembre de 2015.

Y desde entonces la aventura ha sido bastante más intensa. Salir a cantar, liderar un lado y dar la cara en todo momento. Me encanta cantar y componer mis canciones. Y me encanta combinarlo con mi otro trabajo: la batería. Todo apunta a que mi carrera seguirá el camino de Dr. Jekyll y Mr. Hyde: un desdoblamiento de la personalidad agudo por el hecho de tocar la batería para otras bandas y, al mismo tiempo, sacar mis canciones a la luz.

Sigo progresando, y sigo investigando cómo puedo evolucionar musicalmente; y después de un periodo de dos años de conciertos con mi proyecto, y de defender en paralelo las canciones de otros artistas, en 2018 ha llegado el momento de dar a conocer mi segundo disco: "Kamikaze". Un trabajo grabado y producido por mi amigo Pedro Font, mezclado por Arnau Vallvé y Aleix Sans en los estudios Can Sons, y masterizado por Víctor García

Acompaño a Cepeda como miembro de su banda y en 2021 lanzo nuevo trabajo, "Un grito descomunal",  grabado, producido y mezclardo en mi propio estudio (BeeOne Studio), mano a mano con Andres Gallego, con mastering de Víctor Garcia de Ultramarinos, todo un clásico de la escena indie barcelonesa.